Marco Normativo de la Radiodifusión en los Distintos Países
ENCUENTRO DE RADIODIFUSORES DE AIR ANTE NUEVAS AMENAZAS A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
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La libre empresa y la robustez económica alcanzada por los medios de comunicación, han contribuido para el desarrollo de su actividad al servicio del público con independencia y sin sometimientos de naturaleza alguna.
Al mismo tiempo, conviene recordar que la confianza y preferencia de oyentes, televidentes y lectores, se obtiene por la satisfacción de sus expectativas, mediante la operación honesta y responsable de cada medio y no por su dimensión económica.
Impedir que una empresa pueda operar más de un medio de comunicación es un afinado mecanismo para debilitar su auto sustento económico y su independencia.
La aplicación maliciosa de disposiciones, pretendidamente destinadas a combatir la concentración de los medios de expresión, que comienzan a ensayarse en diferentes países desvirtúan en la realidad el espíritu de sus, supuestamente, elevados fines, intentando hacer de la radiodifusión un dócil instrumento del Poder Político, coartando la Libertad de Expresión, debilitando el pluralismo y desestabilizando el sistema democrático imperante.
La plena vigencia de la Libertad de Expresión radica en la existencia de medios de comunicación que, en un régimen de libre competencia y pluralidad, ejerzan su labor con independencia económica, apuntando a la credibilidad que los haga merecedores de la confianza del pueblo.
Resulta absurdo pretender que el pluralismo de ideas y opiniones, pueda ser fomentado mediante mecanismos restrictivos de la propiedad de los medios de comunicación o del uso de frecuencias para radiodifusión.
La Libertad de Expresión es un derecho esencial que esta por encima de las leyes de cualquier estado.
El artículo 13.3 de la Convención Americana de Derechos Humanos establece:
"No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones".
El establecimiento de normas restrictivas de la propiedad de los medios de comunicación esta en contravención con el espíritu que inspiro la Convención Americana de Derechos Humanos.
En efecto, dichas regulaciones caerían dentro del criterio preventivo para regular la Libertad de Expresión, al establecer una restricción indirecta, que constituiría un "abuso de control oficial", dentro de lo previsto por el Artículo 13.3 de la Convención.
Prohibir que una misma persona pueda operar más de una frecuencia atenta contra varias libertades individuales y puede ser utilizado como un instrumento de control de la libertad económica tan decisiva para la independencia de los medios de comunicación.
En el ámbito de la radiodifusión (radio y televisión), el único monopolio que se conoce es el que han ejercido los Estados, en forma directa o indirecta, cuando no han permitido la participación de la iniciativa privada en el juego de la libre competencia.
En los países donde el sistema privado opera mediante licencias, bajo la administración técnica del poder público - y éste no restringe caprichosamente el acceso a todas las frecuencias disponibles-, existe pluralismo y nada ha podido probar que, dentro de ese régimen plural, el tamaño económico de una empresa y los medios que ella opera hayan monopolizado la información y la opinión pública.
Por otra parte, resulta anacrónico pretender limitar la propiedad de los medios dentro de los Estados, ante los adelantos tecnológicos que dan lugar a un mundo exponencialmente intercomunicado por miles de señales y mensajes que no reconocen frontera.
De las observaciones recogidas en este Encuentro se advierte que la supuesta defensa de un mal llamado derecho de réplica es promovida, sobre todo, por el poder político como un mecanismo para obstaculizar la libre difusión de opiniones a efectos de imponer una autocensura inaceptable para el libre ejercicio del periodismo.
Se establece como principio: que todo intento de imponer controles a los contenidos de las programaciones, transgrede una de las más importantes libertades de la radiodifusión (radio y televisión) como es la de formular sus propios programas.
Ningún gobierno es el árbitro de la verdad. Esta función le compete al público, el cual con su diaria elección decide su apoyo o rechazo a los medios en función de la credibilidad que le merecen. Es imprescindible confiar en él para esto y debe preservarse su voluntad de hacerlo, para que a través de esa libre elección se asegure la vigencia del pluralismo en la sociedad.
Consecuentemente con lo anterior, la radiodifusión (radio y televisión) debe ser digna de la confianza que a ella le dispensa su público, actuando con responsabilidad en favor de los grandes intereses colectivos.
Es necesario reiterar, asimismo, los sabios principios de la AIR que mantienen plena vigencia desde 1946 en lo que respecta a que la radiodifusión no puede cumplir la misión social que le esta confiada si no se le reconocen los derechos a la libertad de información, de programación y de opinión con tanta amplitud como a la prensa.
Fue un sentimiento presente en el Encuentro, que AIR ha llegado a un punto realmente culminante de su vida, en el que tiene que enfrentar el compromiso histórico que le plantean los nuevos tiempos, en los que las amenazas y acometidas contra la Libertad de Expresión y la legitimidad de la empresa privada que acciona una radio y televisión independientes, al servicio de la información y de la divulgación, no proceden del ámbito pretoriano de los dictadores, sino de una clase política aferrada a sus prebendas que se resiste al ejercicio de las libertades que afectan su status y, por tanto, se oponen en primer término a la Libre Expresión del Pensamiento, a la crítica y a la información veraz y sin complacencias.
"Seguros estamos", se expresó en el Encuentro, "que frente a ello esta Asociación, AIR, sabrá asumir su momento histórico para seguir siendo esclarecida fuente de principios que permita a los radiodifusores sortear los graves escollos que hoy enfrenta escollos que hoy enfrenta."