Este año, BMO, un banco canadiense, quería exhortar a adultos a solicitar una tarjeta de crédito. Así que la agencia de publicidad del banco desplegó una campaña en YouTube y se valió de un sistema de anuncios dirigidos de Google que usa inteligencia artificial para localizar a los clientes ideales.
Pero Google, propietaria de YouTube, también le mostró el anuncio a un usuario en Estados Unidos que veía un video infantil con temática de Barbie en el “Kids Diana Show”, un canal de YouTube para niños en edad prescolar cuyos videos tienen más de 94.000 millones de visualizaciones.
Cuando ese usuario dio clic en el anuncio, este le llevó al sitio web de BMO, que marcó el navegador del usuario con un software de rastreo de Google, Meta, Microsoft y otras empresas, según devela una nueva investigación de Adalytics, una firma que analiza campañas publicitarias de marcas.
Como resultado, las empresas tecnológicas más importantes podrían haber rastreado a niños en todo el internet, lo cual suscita preocupaciones sobre si infringieron una ley federal de privacidad, según mostró el informe. La Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Línea, o COPPA por su sigla en inglés, estipula que los servicios en línea para niños obtengan el consentimiento de los padres antes de recabar datos personales de los usuarios menores de 13 años con fines como la publicidad dirigida.
Los hallazgos del informe plantean nuevas inquietudes sobre la publicidad de YouTube que aparece en contenido infantil. En 2019, YouTube y Google acordaron pagar una multa récord de 170 millones de dólares para resolver las acusaciones de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por su sigla en inglés) y del estado de Nueva York de que la empresa había recolectado por vías ilegales información personal de niños que veían canales infantiles en la plataforma. Los reguladores declararon que la empresa había lucrado al usar los datos de los niños para dirigirles anuncios.
Más adelante, YouTube prometió limitar la recolección de datos de usuarios y ya no mostrar anuncios personalizados en los videos para niños.
El jueves 17 de agosto, dos senadores estadounidenses enviaron una carta a la FTC con el fin de instarla a investigar si Google y YouTube habían violado la Ley COPPA, para lo cual citaron la investigación de Adalytics y reportajes de The New York Times. Los senadores Edward Markey, demócrata de Massachusetts, y Marsha Blackburn, republicana de Tennessee, comentaron que les preocupa que la empresa haya rastreado a niños y les haya mostrado anuncios dirigidos sin el consentimiento de sus padres, lo cual facilitaría una “enorme recopilación y distribución” de datos de niños.
“Se estima que este comportamiento de parte de YouTube y Google ha afectado a cientos de miles, quizá millones, de niños en todo Estados Unidos”, escribieron los senadores.
Adalytics identificó más de 300 anuncios de marcas para productos de adultos, como automóviles, en casi 100 videos de YouTube designados como “contenido hecho para niños” que se le mostraron a un usuario que no había ingresado a su cuenta y que direccionaban a los sitios web de los anunciantes. También halló varios anuncios en YouTube con contenido violento, como explosiones, rifles de francotirador y accidentes automovilísticos, en canales para niños.
Este mes, un análisis del Times reveló que cuando un usuario que no había iniciado sesión en su cuenta de YouTube hacía clic en los anuncios que aparecían en algunos canales infantiles dentro del sitio, estos le llevaban a sitios web de marcas que colocaban en su navegador rastreadores: fragmentos de código que se usan con fines de seguridad, publicidad dirigida o elaboración de perfiles de usuario, de Amazon, Facebook de Meta, Google, Microsoft y otras empresas.
Tal como sucede con los programas infantiles en la televisión, es legal, y habitual, transmitir anuncios, incluso de productos de consumo para adultos como autos o tarjetas de crédito, en videos para niños. No hay evidencia de que Google y YouTube hayan violado su acuerdo de 2019 con la FTC.
El Times le compartió a Google parte de la investigación de Adalytics antes de que esta se publicara. Michael Aciman, portavoz de Google, describió los hallazgos del informe como “profundamente errados y engañosos”. Google ya había refutado un informe previo de Adalytics sobre las prácticas publicitarias de la empresa, el cual dio a conocer The Wall Street Journal en primera instancia.
Google le dijo al Times que era útil transmitir anuncios para adultos en los videos para niños porque los padres que los veían podían convertirse en clientes. También señaló que mostrar anuncios violentos en videos infantiles infringía las políticas de la empresa y que YouTube había “cambiado la clasificación” de los anuncios violentos que citó Adalytics para impedir que se muestren en contenido infantil “de ahora en adelante”.
Google afirmó que no mostraba anuncios personalizados en los videos para niños y que sus prácticas publicitarias cumplían plenamente con la Ley COPPA. Cuando aparecen anuncios en videos para niños, la empresa sostuvo que se basan en el contenido del sitio web, no en el perfil del usuario. Google mencionó que no notificaba a los anunciantes ni a los servicios de rastreo si un usuario proveniente de YouTube había visto un video infantil, solo que había visto algo en YouTube y había dado clic en el anuncio.
La empresa añadió que no tenía la capacidad de controlar la recolección de datos en el sitio web de una marca después de que el usuario de YouTube daba clic en un anuncio. Según Google, esta recolección de datos podría suceder al momento de hacer clic en un anuncio en cualquier sitio web.
Aun así, los veteranos de la industria de los anuncios opinaron que les parecía difícil impedir que los anuncios de sus clientes en YouTube aparecieran en videos para niños, según las entrevistas recientes que el Times realizó con 10 empleados de alto rango en agencias de publicidad y empresas afines. Además, arguyeron que la distribución de anuncios por parte de YouTube había puesto a importantes marcas de consumo en riesgo de violar la privacidad de menores.
“Esto me preocupa muchísimo”, expresó Arielle Garcia, directora responsable de privacidad en UM Worldwide, la agencia de publicidad que estuvo a cargo de la campaña de BMO.
Garcia dijo que hablaba en términos generales y que no podía ofrecer comentarios específicos sobre la campaña de BMO. “No debería ser tan difícil asegurarse de que los datos de los niños no se recaben ni se usen de manera inapropiada”, señaló.
Google declaró que les daba a las marcas la opción de excluir con un solo clic sus anuncios de los videos hechos para niños en YouTube.
La campaña de BMO dirigió sus anuncios mediante Performance Max, una herramienta especializada de Google impulsada por inteligencia artificial que no les dice a las empresas los videos específicos en los que aparecerán sus anuncios. Google aclaró que, en un principio, los anuncios de la campaña no se excluyeron de los videos para niños y que, hace poco, la empresa ayudó a actualizar esta configuración.
En agosto, un anuncio para otra tarjeta de crédito de BMO apareció en un video del canal Moolt Kids Toons Happy Bear, cuyos videos de caricaturas tienen más de 600 millones de visualizaciones. Google explicó que, al parecer, la segunda campaña publicitaria no había excluido los videos para niños.
Jeff Roman, portavoz de BMO, declaró: “BMO no tiene la intención implícita ni explícita de dirigir su publicidad en línea a menores y toma medidas para impedir que sus anuncios se muestren a niños”.
Varios veteranos de la industria reportaron problemas con los servicios publicitarios más convencionales de Google. Describieron haber recibido informes de que sus anuncios aparecían en videos para niños, por lo que hicieron largas listas para excluir esos videos, solo para luego ver que sus videos aparecían en otros videos infantiles.
“Es un juego de nunca acabar”, aseguró Lou Paskalis, quien fue director de medios globales en Bank of America y ahora dirige una empresa de consultoría de mercadotecnia. Una persona en calidad de portavoz de Microsoft dijo: “Nuestro compromiso con la privacidad moldea la manera en que construimos nuestros productos y servicios. Estamos buscando más información para investigar más a fondo de ser necesario”. Amazon declaró que les prohibía a sus anunciantes recolectar datos de niños con sus herramientas. Meta se rehusó a ofrecer comentarios al respecto.
Los expertos en privacidad infantil indicaron que les preocupaba que la configuración del ecosistema entrelazado de Google —que incluye al navegador web y la plataforma de video más populares, además del mayor negocio de publicidad digital— había facilitado el rastreo de niños en línea por parte de los gigantes tecnológicos, anunciantes y gestores de datos.
Jeff Chester, director ejecutivo del Center for Digital Democracy, una organización sin fines de lucro enfocada en la privacidad digital, concluyó: “Crearon una banda transportadora que recoge los datos de los niños”. Arielle Garcia, directora responsable de privacidad en UM Worldwide, en Nueva York, el 7 de agosto de 2023. (Sarah Blesener/The New York Times).
Fuente: Montevideo Portal